Día 2: Michael

Michael tiene 27 años, está retirado, y vive con su novia Christine en el vecindario Great Neck, de Long Island. Cuando tenía 22 años, empezó una pequeña compañía especializada en armar cables de fibra óptica de alta velocidad. Dos años después, vendió en el momento indicado al mismo conglomerado de telecomunicaciones mundial que, en este preciso instante, está al teléfono explicándole porque no puedo obtener nada mas que acceso a Internet por marcado (dial-up) de 56K en su nuevo apartamento de $4000 mensuales. El dinero, al parecer, puede comprar todo excepto eficiencia.

Michael ve el mundo diferente a como usted lo ve. Esta no es una frase estereotipada o una declaración filosófica, en realidad él ve el mundo de manera diferente a como lo ve usted. El tiene daltonismo, una incapacidad para distinguir el rojo del verde (los rojos, en particular, aparecen muy oscuros, casi negros). Todas sus ropas están discretamente etiquetadas con letras, R para el rojo, VO para verde oscuro, y así sucesivamente. Su novia ha compilado una matriz de compatibilidad que específica cuales ropas puede ponerse juntas. El sigue estas instrucciones al pie de la letra, por así decirlo, aunque no entiende porque esto importa.

Mientras el representante de servicio al cliente le está diciendo a Michael, de manera agradable, que está fastidiado para siempre, Michael está haciendo sus rondas usuales por la Internet. Ahora que está retirado, se pasa la mayor parte del tiempo coleccionando antiguos tableros de juegos de arcada, arreglándolos, poniéndolos en gabinetes, detallándolos, y re-vendiéndolos en sitios de subastas por Internet. En realidad, su novia hace la mayor parte del detallado, pero Michael hace todo el resto. También posee un hurón llamado Ralph, que, a pesar de su nombre, es hembra. Christine se quejó de que los hurones machos huelen demasiado, así que acordaron hacerlo como ella quería. Ralph se pasa la mayor parte del tiempo durmiendo en la parte superior izquierda del sofá, pero sale a sentarse en el alfeizar a la hora pico matutina para mirar el tráfico. De hecho, Michael también. Christine no, ella se queda durmiendo. Es un momento entre un hombre y su hurón.

Como es de esperarse, el hobby de Michael requiere de mucho tiempo de interacción en la Internet con clientes pasados y futuros, suplidores, dueños de arcadas, y cualquier otra persona que pueda tener una pista para adquirir una pieza de estas maquinas de arcadas poco conocidas. Maldice su acceso a Internet por marcado de 56K, que es en realidad de 28K, y abre su navegador. Algunos días usa solamente su navegador de texto Links, que despliega complejos formatos con columnas múltiples tan bien como un navegador gráfico, pero solo en texto -sin imágenes ni fuentes. Otros días usa Opera, porque le permite cargar paginas en el fondo, y para encender o apagar las imágenes de manera sencilla. Mayormente las deja apagadas, para conservar ancho de banda. Hoy es un día para usar Links.

Las luces de los semáforos son rojas-amarillas-verdes de arriba a abajo. Los semáforos posicionados de manera horizontal son difíciles, y por lo tanto peligrosos. Michael, como el 8% de los hombres americanos que son daltonianos, ha aprendido a escanear rápidamente el área alrededor y seguir el poste del suelo a las luces. La luz más alejada del poste desde el suelo es roja, la más cercana al suelo es verde. El amarillo siempre está en el medio.